Tierra Santa, dónde el misterio  se convierte en interrogante y  el interrogante desde  la fe se 
guarda en el corazón. 
       Llegamos a tu tierra, ¡teníamos tantas ganas…!  Esta tierra en la que cada piedra se hace eco de
 tus pisadas, de tus palabras  de tu amor sin medida.
      El lago de Genesaret  fue  testigo de nuestro primer encuentro  contigo. 
    Aquí, en el barco, alejados de tierra  en medio de la noche, celebramos la eucaristía. Tu  presencia 
se hizo PAN para nosotros “para que con la fuerza de este alimento”  pudiéramos iniciar el recorrido 
por los caminos de tu vida.
    Al amanecer del primer día de nuestra estancia en NAZARET,  subimos a la Basílica de la 
Anunciación y como de puntillas, no queriendo interrumpir el misterio que allí se realizó y el 
propio misterio que cada uno llevaba muy dentro,  nos acercamos a la casa  de  María.
     Aquí,  “el valor de la familia, del trabajo, del silencio, de la vida oculta”.  Aquí,  tu madre y 
nuestra madre, hambrienta  de luz  y de Dios acoge desde el silencio, la Palabra: “Hágase en mí…” 
y me sabe a gloria desgranar  “aquí” sus mismas palabras.
     Muy cerquita, la casa de José.
   Aquí, en nuestra segunda eucaristía, las Hermanas expresamos nuestro deseo de fidelidad. ¡Qué
alegría poder ofrecerte un poco de lo que tú me das en abundancia!: “Amor que nunca dice basta” 
 Mi frágil vasija de barro se restaura cada día al calor de tu propia fidelidad.

Es Aquí, en Canaá de Galilea donde te haces “desvelo, inquietud, te haces servidor”, donde
nos haces gustar el vino nuevo de la alegría y de la fiesta. Los cinco matrimonios del grupo
renovaron su compromiso de amor mutuo. Fue bonito compartir con ellos este momento.
     Bajo la advocación del Carmen, en el Monte Carmelo, seguimos acompañados por tu Madre 
toda la jornada. Se nos impone el escapulario y una sencilla emoción me embarga al recordar ese
escapulario tan significativo en mi niñez. 
     Y… otro día más.           Tabgha, Aquí,  a orillas del  mar de Tiberiades, en la  Iglesia del Primado de 
Pedro, me  haces la misma pregunta: ¿”Me amas”? Quisiera responderte tan segura como él y casi 
no me atrevo, sólo tímidamente respondo: Tú, Señor, lo sabes todo, sabes que quiero amarte, 
amar a tu Iglesia, servir tu Iglesia…  Beso con fervor  la piedra  queriendo aspirar la firmeza que a 
través de Pedro me viene de Ti.
    De la mano de los discípulos  subimos al Monte de las bienaventuranzas. Aquí, soñaste para 
nosotros tu mejor programa de felicidad: Dichosos los pobres, los perseguidos… y ponemos en tu 
corazón tanto contraste que no llegamos a entender: felicidad y pobreza, dicha y persecución…
tanta violencia sin sentido  ¿Por qué Señor?:
     Tú,  que aquí saciaste con pan a la multitud sáciales también  con una paz que nunca acabe.
     Y nos  hacemos a la mar, mar de Galilea.
Aquí, ¡Cuántas experiencias vividas con tus amigos! También yo hoy, atravesando el lago, te
Aquí, ¡Cuántas experiencias vividas con tus amigos! También yo hoy, atravesando el lago, te
presento el cansancio de tantas noches, el  trabajo inútil de tantos días,  las  redes vacías. … 
La confianza lucha por hacerse un hueco en medio de la duda. Aquí, tu serena presencia en
medio de la tempestad, corrigiendo sin reproche toda mi debilidad.
La confianza lucha por hacerse un hueco en medio de la duda. Aquí, tu serena presencia en
medio de la tempestad, corrigiendo sin reproche toda mi debilidad.
        Subimos al monte Tabor. La montaña era uno de tus lugares preferidos para orar.
       Aquí, el encuentro, la nube, voz...  todo es  luz, silencio, y te transfiguras en  Niño, Pan, Cordero, 
Vida y Resurrección. ¡Qué bien se está aquí! Transfigúrame, Señor, quiero contemplar tu rostro, 
quiero en el  silencio escuchar tu voz, transfigúrame con tu amor. 
      Aquí, Qasr-el-Yahud  lugar de tu bautismo  en  el río Jordán,  renovamos  las promesas bautismales
con el compromiso de ir “rebautizando”  tantos aspectos de  nuestra vida  que no se ajustan al 
evangelio.
       Disfrutamos a continuación un breve baño en el mar muerto, experimentando sus grandes 
propiedades. 
    Monasterio Esenio de Qumran,  Monte de la Cuarentena…sin caminos ni veredas, sed, calor, 
tentación ¡Cuánto sabe el desierto de los secretos de tu corazón!.
tentación ¡Cuánto sabe el desierto de los secretos de tu corazón!.
        Fue Aquí, en Betania, donde te hiciste tan amigo, tan humano… y lloraste ante el sufrimiento
 de aquellos a quienes querías. Betania, casa de la amistad, “del amor que siempre sana, que siempre 
salva” Celebramos  la eucaristía en la Iglesia de Marta y María y visitamos la tumba de Lázaro.
     Y entramos en Jerusalén cantando: “Ya están pisando nuestros pies, tus umbrales Jerusalén" 
Hoy esta canción tenía unas connotaciones especiales, hoy  Aquí, se hacía realidad.
     JERUSALÉN, tantos lugares testigo  de tu paso, de tu vida, de tu muerte y resurrección…  lugar de
 la ascensión, recinto del Pater Noster,  Capilla franciscana del Dominus Flevit,  Getsemaní...
     Aquí, en Getsemaní se ponen en evidencia tus sentimientos más profundos, tu lucha, tu dolor, tu
soledad, tu aceptación  de la voluntad del Padre.  Todos nos identificamos con este lugar, porque nos
sentimos solos y porque te dejamos solo, tantas veces…Ayúdanos a  despertar de  nuestro sueño  para
saber  acompañar las heridas ajenas. Tenemos aquí la eucaristía por la mañana y por la noche
celebración penitencial.
    Monte Sión cristiano, San Pedro “in Gallicantu”  El Cenáculo,  Aquí, tu última cena en la que amando
hasta el extremo quieres que compartamos entre nosotros este mismo amor: “AMAOS”  y por amor 
sirvesy por amor te entregas.  Aquí Fran renueva sus promesas sacerdotales y todos oramos por él 
dándote gracias por todos los que como él nos ofrecen cada día el pan y el vino de la vida. 
También Gerardo (diácono) renueva su compromiso de servicio a la Iglesia.    
     Nos acercamos al Muro de las Lamentaciones  cargados de deseos y ruegos  deseando que el Dios 
único de todos y para todos atienda  nuestra petición.   
   En Bet Sahur amaneció  otro de nuestros días, Campo de los pastores. Aquí, un ángel en medio de la
noche les anuncia tu nacimiento. ¡Qué prontitud la suya para ponerse en camino! revivimos tu 
Navidad con nuestros cantos y nuestra oración y como los pastores nos pusimos en camino hacia Belén.
    BELÉN, Aquí, Basílica de Belén, lugar en el que  toda tu ternura se hace Niño, todo tu amor
tiene ahora corazón humano. Para llegar a ti es necesario  agacharse,  abajarse como lo hiciste Tú.
Esa  puerta que atravesamos es símbolo de ello. Beso con profunda adoración la Estrella, como
lo harían los pastores, los magos, como te besaría tu madre.
     Ain Karem, Santuarios de San Juan Bautista y de la Visitación: “Bendita tú y bendito el fruto de tu 
vientre” repetíamos Aquí, con Isabel mientras subíamos esa escalinata que  nos conducía  al encuentro 
de estas dos mujeres. Tú inundabas su ser y Ella te entrega a todos nosotros. María Evangelizadora, 
María portadora de Alegría, ruega por nosotros.                                     
    Y... llegamos al lugar central, fundamento de nuestra FE. Recorrimos con profunda admiración La 
Vía Dolorosa hasta  la basílica de la Resurrección., Aquí,  el Calvario, Santo  Sepulcro: “No está aquí, 
ha resucitado “ y sentimos muy dentro la invitación  a vivir, a estrenar la vida, a ser testigos de 
resurrección. Nadie a nuestro lado debería decir: “Se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han 
puesto”  porque hemos conocido,  gustado, experimentado que Tú vives y estás en cada uno. 
Estamos contentos porque podemos afirmar con alegría: “Aquí, hemos visto al Señor.
   Aquí, con los discípulos de Emaús te reconocimos en nuestro camino,  en muchos rincones, en 
muchas personas: En las Hermanas de Betania que trabajan duro con los más pobres del desierto, 
¡Cuánto nos enriqueció su testimonio! En los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa, que 
acompañan a  los cristianos para que en medio de las dificultades su fe  no  se apague...
   Aquí, al calor de tu palabra y  de tu presencia nuestro grupo se fue consolidando,  fue gustando y
 disfrutando el gozo de compartir. “Todo ha sido presencia y gracia” VIVIR  ha sido este encuentro”. 
¡Gracias SEÑOR! Gracias a nuestras Comunidades, Congregación, gracias a Fran, alma y
animador de la peregrinación, a Olvido por su empeño e ilusión en el proyecto, gracias a cada uno de
vosotros peregrinos del grupo Mix SeviPastora-América por vuestro testimonio de fe,
alegría y unidad.
animador de la peregrinación, a Olvido por su empeño e ilusión en el proyecto, gracias a cada uno de
vosotros peregrinos del grupo Mix SeviPastora-América por vuestro testimonio de fe,
alegría y unidad.
                                                                                                   Peregrinación 6-13 de julio
                                                                                                               M.J Valldares


