sábado, 13 de abril de 2013

REMA MAR ADENTRO

 
 
"¡Pero, Señor, no es hora ya de pesca, ni el lugar, ni las condiciones son apropiadas...!"
Cuando se callan las palabras de nuestra propia experiencia, 
 de nuestros cálculos, fracasos, desilusiones...
Puede nacer el milagro.
 
Una vez más, Señor. Me fio de Ti, de tu palabra, de tu presencia.
Contigo amanece el día,  la oscuridad se desvanece,
en el alma brota de nuevo la esperanza.
Contigo una vez más emprenderé la tarea.
Contigo, echaré las redes. 
 
 
 

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