¡LOADO SEAS MI SEÑOR!
Francisco, erguido, el cuerpo caminante,
los ojos alumbrados para abrazar el viento,
hermano de los grillos, la flor, el campo y la hierba,
se te dio comprender la BONDAD de las cosas,
el alzarse del sol y el rilar de la luna.
Te fue dado leer el poema del mundo
y quisiste adorar a cada instante, con voz callada y alta,
al Padre de la Luz y de la aurora.
Renunciaste a aplastar, a orillar, a cortar, a arrasar,
acogiste en la paz a todos los seres.
Por todo diste gracias y con todo te volviste
en palabra y silencio al Padre Dios,
cercano, original y libre, bondadoso y apacible
FRANCISCO hermano, bien sabes tú donde se halla el ayer y el mañana:
en el talante nuevo, el corazón tendido y la mano enlazada en la paz, la justicia ,
la libertad y el gozo;
en todo gesto claro con que amamos LA VIDA, en el modo de estar y de mirar, de abrazar, de callar, de respetar, de cantar y expresar... que manan ahí, en el EVANGELIO.
Como Francisco y Mª Ana, estamos llamados a
VIVIR EN PLENITUD,
a extasiarnos por las maravillas que Dios obra
en cada una de sus criaturas en el momento presente.
FRANCISCO Y Mª ANA BENDICEN
A TODOS SUS HIJOS E HIJAS DE SIEMPRE Y DE TODOS
LOS TIEMPOS
HERMANO
SOL
HERMANA
TIERRA
HERMANO VIENTO
HERMANA
AGUA
HERMANAS LUNA Y ESTRELLAS
¡LOADO MI SEÑOR,
POR LA HERMANA MUERTE CORPORAL!
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